La espirulina tiene fama de ser un «superalimento» dado su composición natural, beneficios y las cualidades para acelerar la pérdida de peso. Sin embargo, los expertos huyen de esta definición, pues no consideran que la espirulina por sí sola puede aportar al cuerpo los beneficios suficientes como para ser catalogado de esta manera.
Sin embargo, su gran aporte en proteínas y vitaminas, hace que sea imprescindible para muchas personas que están practicando algún tipo de dieta vegana. Numerosos estudios científicos avalan sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, por lo tanto, su consumo beneficia la salud en general de nuestro cuerpo.
Asimismo, se relaciona con una gran capacidad para potenciar al sistema inmunológico, pero en esta ocasión vamos a centrarnos en sus secretos a la hora de actuar en la pérdida de peso.
Los secretos de la espirulina para bajar de peso, Una de las razones por las que la mayoría de las personas se unen al consumo de la espirulina es por su labor a la hora de bajar de peso y adelgazar. En caso de que utilicemos la espirulina para adelgazar, se debe tomar de la siguiente manera:
- Cantidad diaria de entre 3 y 5 gramos, dependiendo del peso. Esto equivale a una cucharada pequeña de espirulina en polvo o de 6 a 10 comprimidos de 500 mg.
- La dosis debe tomarse media hora antes de cada comida para reducir el apetito.
- Es frecuente que durante los primeros días duela la cabeza. Por ello, intenta beber más agua de lo habitual para mantenerte hidratado.
- La espirulina no adelgaza por si sola, es decir, esto es un complemento que debe ir acompañado de una dieta equilibrada y ejercicio.
- Si lo que queremos es no bajar de peso, sino mantenernos, deberemos reducir la dosis hasta una pastilla o media cucharada en polvo antes de cada comida.
- Los efectos secundarios engloban desorden en el hígado, sed excesiva, fiebre, picazón, dolor de estómago o estreñimiento.
Propiedades de la espirulina.
Otro de las grandes ventajas que tiene la espirulina, es que gracias a su contenido en nutrientes de alta cantidad, esto actúa como saciante haciendo que se nos reduzca el apetito. Está comprobado que el consumo regular de alimentos de mala calidad, hace que el cerebro active el apetito en un esfuerzo por encontrar los nutrientes que necesita para su correcto funcionamiento.
Además, la espirulina permite aumentar la concentración de nutrientes en el cuerpo, por lo que reduce el hambre; los antojos y permite ayudarnos a evitar comer en exceso.
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